La depresión emerge como uno de los grandes problemas mentales del siglo XXI, ya que afecta a un 15 % de la población que en algún momento de su vida ha padecido o padece un cuadro depresivo en sus distintos grados. Según apuntan los profesionales psiquiátricos del sector, la mayor depresión se conoce como trastorno psiquiátrico grave que afecta a un cinco por ciento de la población.
Es fundamental por parte de los especialistas tener en cuenta las bases neurobiológicas de la propia depresión, los trastornos afectivos que haya podido padecer el paciente a lo largo de las diferentes etapas de su vida y controlar el uso de los medicamentos antidepresivos.
La enfermedad
La depresión como tal se conoce a través de los sentimientos del paciente y su estado de ánimo, ya que se manifiesta mediante tristeza, deacimiento, y pérdida del deseo en realizar ciertas actividades que antes le eran satisfactorias. Existen diferentes grados o niveles, pero sin llegar a incidir en ellos, lo que sí debemos tener en cuenta es que sus causas son muy diversas. Un porcentaje la adquiere por herencia genética, se puede producir por el consumo de algunos medicamentos, o a través de otra enfermedad, también debido al consumo de drogas y estupefacientes además de por problemas psiquiátricos más severos.
Existe un tipo adecuado de tratamiento para cada uno de los pacientes, y siempre debe estar asesorado y tener un seguimiento de un profesional que estudie el caso en su totalidad. Algunas vías de actuación son los medicamentos antidepresivos, la psicoterapia o la combinación de ambos, pero eso sí, si cree que puede padecerla usted o alguna de las personas que se encuentre en su entorno más cercano, deben acudir a su médico que tomará las medidas oportunas, ya que es un mal que se puede acatar y cuanto antes mejor.
Que es lo que en realidad pasa a nivel biologico?
Se han llevado a cabo investigaciones que parecen apoyar la idea de que existen personas cuya química cerebral las predispone a entrar en estados depresivos. Esto no necesariamente entra en conflicto con las explicaciones de tipo psicológico. Debemos recordar que todos nuestros pensamientos y emociones tienen un fundamento en la química cerebral. También sabemos que si bien la química cerebral influye sobre nuestras emociones, estados de ánimo y pensamientos, éstos también influyen y alteran nuestra química cerebral.
El estrés, el dolor, la pena, al igual que diversas enfermedades, producen cambios y variaciones en nuestra química cerebral. Los cambios hormonales, las deficiencias nutricionales al igual que ciertos medicamentos también pueden alterar la química cerebral. En la mayoría de las personas estas alteraciones tienden a regresar a la normalidad, tan pronto se remueven las circunstancias que las provocaron. En el cerebro de las personas deprimidas, sin embargo, estos cambios, en lugar de revertir al estado anterior, tienden a perpetuarse.
Hoy día, quienes investigan los aspectos bioquímicos de la depresión, concentran sus esfuerzos mayormente en los efectos de una serie de neurotransmisores (sustancias que sirven de mensajeras entre las células nerviosas). Se sabe que en el cerebro existen docenas de neurotransmisores, sin embargo, los que se estima están involucrados en la depresión pertenecen a una clase derivada de los aminoácidos (moléculas a partir de las cuales se construyen las proteínas). A éstos se les conoce como monoaminos y entre los mismos se encuentran: la serotonina, la norepinefrina y la dopamina. Sobre los efectos de los dos primeros es que tenemos mayor abundancia de datos. El interés en estas sustancias surge a comienzos de la década de 1950, cuando algunos médicos observaron que muchos pacientes que eran tratados para problemas de hipertensión con una droga llamada reserpina, comenzaban a sentirse severamente deprimidos. Posteriormente se descubrió que este medicamento tenía el efecto de reducir los niveles de monoaminos.
En la década de 1960 Joseph J. Schildkraut de la universidad de Harvard postuló que la depresión era causada por una deficiencia de norepinefrina en ciertos circuitos cerebrales. Posteriormente se encontró que, de hecho, existe una relación entre los niveles de norepinefrina en el cerebro y la depresión. Sin embargo, también se ha encontrado que hay personas en las que una baja en los niveles de norepinefrina no provoca estados depresivos. Hallazgos como éstos hicieron pensar que en la depresión hay muchos más factores envueltos.
Ya en la década de 1960 se comenzó a investigar el papel de la serotonina en la depresión. Actualmente un gran numero de investigaciones van dirigidas a entender las funciones de esta sustancia en el cerebro. Estas investigaciones han llevado a pensar que la serotonina controla una serie de mecanismos cerebrales relacionados con nuestros estados emocionales. Las células que producen la serotonina en el tallo cerebral tienen conexiones con numerosas áreas del sistema nervioso, incluyendo aquellas que controlan los niveles de norepinefrina. También se conectan con áreas del cerebro relacionadas con las emociones, el deseo sexual, el sueño, el apetito y los procesos cognitivos. Las investigaciones han demostrado que las personas deprimidas poseen niveles bajos de serotonina en el cerebro. Los más bajos niveles se han encontrado en personas que se han suicidado o intentado suicidarse.
Aunque, indudablemente, la baja en los niveles de neurotransmisores como la serotonina y la norepinefrina están involucradas en la depresión, también existen otras sustancias cuyas altas o bajas pueden ser causantes de estados depresivos. Nos referimos a las hormonas. Las hormonas son sustancias secretadas por las glándulas endocrinas como la pituitaria, la tiroides o las adrenales, y cuya función es la de regular procesos tales como: el metabolismo, el crecimiento, y la reproducción.
La glándula pituitaria localizada en la base del cerebro ha sido llamada la glándula maestra o la glándula controladora. Esto a causa de que las hormonas que produce controlan las secreciones de otras glándulas. Una región del cerebro, adyacente a la pituitaria conocida como hipotálamo, segrega varias sustancias que, dependiendo de las circunstancias, estimulan la secreción de hormonas por parte de la pituitaria o la inhiben.
Se ha demostrado que las personas deprimidas presentan una respuesta pobre a las sustancias que estimulan la secreción de varias de estas hormonas, entre ellas la hormona del crecimiento y la hormona estimuladora de la tiroides.
Entre todas los neurotransmisores descubiertos tambien se ha descubierto que esto puedo producirs epor una cicatriz en la corteza cerebral provocada por un hecho trascendental; traumatico entiendase violacion; ruptura sentimental hasta muerte de familiares.Norepinefrina sustancia con la que hay que tener cuidado!